Comida de hospital, ¡Yum!
Hace tiempo (1997) y en tierra lejana (San Diego), Lady Carrie trajo una alegría sin límites a una Pareja muy especial cuando dio a luz a una niña, Brielle. ¿Suena como un cuento de hadas?. Bueno, pues no lo fue. Fue una historia bonita y verdadera. Carrie tuvo una experiencia tan maravillosa que dijo que me volvería a llamar algún día para ayudar a otra pareja de esta forma especial. Después de algunos años, efectivamente hizo la llamada y continuó con otra experiencia de subrogación de cuento de hadas y mucha comedia. Aquellos que conocen a Carrie, saben que tiene un lado cómico.
Fue un divertido descubrimiento cuando nos dimos cuenta de que la Pareja de Carrie nos decía en serio que le encantaba la comida del hospital. Comíamos frecuentemente en el Pomerado Hospital después de las visitas ginecológicas de Carrie. Casi al final de embarazo, Carrie soñó que su Pareja estaba en la cafetería del hospital cuando daba a luz a su bebé. Estábamos convencidas de que eso no sucedería ya que la Pareja llegó al hospital antes de que el parto hubiera comenzado. Cuando se acercaba la hora de la cena, Carrie estaba dilatada solo de 4 cms y le iban a poner la epidural, así que parecía el momento oportuno para ir a la cafetería. Bien, poco tiempo después de la epidural, Carrie comenzó a sentir presión. La enfermera estaba segura de que era demasiado pronto, pero rápidamente descubrió que el nacimiento era inminente. Carrie agarró a su madre por el collar, la atrajo hacia sí, y le dijo: «Ve a buscar a mi Pareja a la cafetería. El bebé viene ¡AHORA!. Su madre corrió fuera de la habitación y los encontró. Llegaron todos a tiempo para la espléndida entrada de Kalami Sylvia. Como también llegaron los abuelos, tíos, primos y la amplia familia subrogada. ¡Caramba!
Estaba tan conmovida con una historia de estos nuevos padres y su bebé, que quería compartirlo con ustedes aquí. En la primera visita de Kalani al pediatra, la enfermera preguntó a la nueva Mamá, «¿Cuál es el nombre de su hija?». Calló por un momento, miró a su esposo con lagrimas en los ojos y dijo: «Cariño, ¿has oído eso? ¡Quiere saber el nombre de NUESTRA hija! Fue en ese momento cuando se dieron cuenta de que esa niña pequeña era suya para siempre.