Primero quiero agradecer a BFI que me pidiera que comparta mi historia de subrogación con todos vosotros. Ha sido toda una lección para mí repasar todos los momentos de los casi dos años que he compartido con el programa. Así que, esta es la sexta y última entrega de mi historia. Si no has comenzado a leer la serie, haga clic aquí ………
En mayo de 2018, me despedí de mi pareja y su dulce bebé. Recuerdo haber pensado mientras se alejaban que así debe ser como se siente una madre cuando su hijo se va a la universidad por primera vez. Una combinación de alegría, tristeza, gratitud y orgullo. Sabía en mi corazón que sin importar los kilómetros que hubiera entre nosotros, estábamos unidos ya para toda la vida.
A los pocos días, me sentía como mi antigua yo, bueno casi completamente. Mis vaqueros todavía no me entraban, ¡jaja! A veces todo parecía que había sido un sueño, ¡pero luego recibí fotos y todos los recuerdos volvieron rápidamente! Las fotos eran de la bebé cuando llegó y fue presentada a familiares y amigos. Lloré sobre estas imágenes, ¡emocionada! Me imaginé que esos familiares y amigos tuvieron que esperar un mes después de su nacimiento para finalmente abrazarla. Eso es otra etapa más en el proceso cuando la pareja es internacional. Toda su familia y amigos, su apoyo, los que estuvieron ayudando a la pareja en los duros comienzos y luego a través de todo el proceso, tienen que esperar hasta que la nueva familia viaje a casa, que generalmente es aproximadamente un mes después del nacimiento. Aunque a menudo les mandaba actualizaciones a través de fotos y videos que compartía con mi pareja, pude ver en las imágenes lo ansiosos que estaban por conocer a la última incorporación a la familia. ¡Definitivamente aprecio muchísimo el apoyo que tuvimos de todos los familiares y amigos de mi nueva familia extendida antes, durante y después de la llegada del bebé!
Con lo ocupados que estamos y la diferencia horaria, fue difícil conectarse en tiempo real, por lo que mantuvimos la comunicación a través de videos e imágenes compartidas. ¡Nunca he estado más agradecida a la tecnología! Nos las arreglamos para usar Skype tan a menudo como nos lo permitía el tiempo, y mi esposo, nuestros hijos y yo lo disfrutamos mucho. Me conmovió la frecuencia con la que pensaban en mí. Compartieron cada progreso de la niña, desde sus adorables trajecitos hasta sus vacaciones. Incluso compartieron conmigo un video de sus primeros pasos. Estos son momentos preciosos para los padres y recuerdo sentirme honrada de haber estado entre los pocos que recibieron este video.
Quizás el video más conmovedor fue el de su primera fiesta de cumpleaños. En él, me mostraron a todos los invitados a su fiesta y expresaron abiertamente su gratitud por mi papel en el proceso. De vez en cuando vuelvo a verlo. Me recuerda que, independientemente de la locura que puede ser mi vida, hice algo que tiene un efecto y un valor infinitos.
Aunque este es el final de mi serie de blogs, este no es el final de mi historia. ¡Me han dado un regalo que atesoraré por siempre, una nueva familia extendida! Y además de eso… la niña que ya tiene 1 año, ¡tendrá un hermano en 2020! Así es, sus padres quieren darle a alguien con quien compartir su vida y estoy encantada de que me hayan pedido que los ayude nuevamente. ¡Permanece atent@ a las redes sociales de BFI para estar al tanto del cambio de mi surrobebé a HERMANA MAYOR!
¡Gracias por leer mi historia y espero poder leer la tuya pronto!