Todas las subrogadas van al Cielo
Leticia empezó el día como cualquier otro día. Ayudó a sus hijos a prepararse para el colegio así como a empaquetar algunas cosas para su estancia en casa de su tía ya que ella iba a estar en el hospital varios días. Sus hijos están familiarizados con la rutina ya que su increíble mamá ayudó en los últimos años a que los sueños de otras dos Parejas se hicieran realidad.
Le recogí en su casa y hablamos un poco de camino al hospital. Nos pasaron millones de imágenes de Leticia y su Pareja, Leticia y yo, todos pasando por delante…….. bien, cogéis la idea. La excitación por lo que iba a empezar a ser lo mejor de nosotros.¡ Difícilmente podíamos aguantar la ilusión!
Cuando a una mujer se le practica la cesárea, es normal que el anestesista vea a su paciente y hablen sobre el procedimiento. Definitivamente, esa mañana el tema era normal. No sé exactamente cuando cambió, pero recuerdo claramente que tenía mucho que ver con nuestra anestesista. Ella se sintió muy afectada por el cariño que la Pareja de Leticia le demostraba a través de la ventana de la Sala de Partos y por la reacción de todos cuando nació Hugo. Tenía lágrimas en los ojos.
Sé de primera mano como es de maravilloso este proceso y voy más allá de las palabras cuando cada niño nace para sus padres. Pero tengo que admitir que me sorprendió la respuesta emocional de la doctora. Ella no conocía a nadie de toda esa gente. ¿Cómo le pudo afectar tanto? Yo de alguna manera estaba perpleja. Cuando iba de un lado para otro entre Leticia y Hugo, me dijo que era la persona de la tierra que tenía más suerte al ser testigo de manera habitual de esta compasión sincera. Le di la razón inmediatamente, ¡desde luego!
Conocí a esta especial doctora que estaba al lado de la cama de Leticia antes de que continuara con su siguiente caso. Le dijo a Leticia que el Cielo tiene un lugar especial para las personas más amables y más generosas, y que ella, ciertamente, iría a ese sitio especial. No dijo nada más, le dio una palmadita en la mano y le miró un momento antes de irse. ¿Cómo era esa mirada? Era la misma mirada que una madre tiene cuando sonríe orgullosa de las hazañas de sus niños, pero que tiene también un indicio de gratitud. Le estaba dando las gracias por ser una persona buena de verdad. ¿Cómo es esto de magnífico?
Hugo y su familia estuvieron de acuerdo en que Leticia fue un regalo para ellos. El 16 de marzo de 2007 es la fecha en que Leticia terminó la tercera y última subrogación. Pero los regalos que ella dio a esta familia y a otras dos Parejas antes nunca tendrán fin. Gracias Leticia por compartir tu corazón y tu vida durante muchos y maravillosos años con nosotros en Building Families.