La Subrogación le salva la vida a una Madre con Síndrome de Rokitansky
El 07 de marzo 2011 marcó el final del viaje hacia la paternidad de los Futuros Padres que fueron asignados a Sara. Fue un día que celebramos por muchas razones. La razón obvia fue la celebración del nacimiento de sus mellizos recien nacidos, un niño y una niña con quien iban a compartir su vida, y enseñarles y educarles con sus valores y creencias. Este era un sueño que tenían cuando acudieron al Programa y me pareció un reto alcanzable debido a la joven edad de la Futura Madre. Ella tuvo la desgracia de haber nacido sin útero (Síndrome de Rokitansky), pero esta condición no le impedía crear embriones con su marido. Para sorpresa del médico especialista en fertilidad, su respuesta a la medicación era baja. Era inexplicable. Conozco a muchas parejas que han sido diagnosticadas con infertilidad sin causa aparente, y por este motivo entiendo que la frustración y la desesperación se apoderase de esta pareja. Pero estaban decididos a obtener respuestas y con total determinación y comenzaron a trabajar en ese sentido. Yo sabía que conocer las razones de su infertilidad, más allá del Síndrome de Rokitansky, les podría llevar meses, e incluso años, así que sugerí a Sara que se plantease intentar ayudar a otra pareja de Futuros Padres que ya estaban listos. Su respuesta fue contundente. Me dijo que estaba comprometida con su pareja, y me explicó que sentía que estaba destinada a ayudarles a Ellos, así que ella no podía cambiar ni abandonar.
En los siguientes meses, las pruebas se llevaron a cabo y se administró el medicamento en todos los esfuerzos de mejorar la respuesta de la Futura Madre. Nada funcionó. Le pregunté a Sara de nuevo, si estaba segura de querer esperar. En nuestras reuniones de Madres Subrogadas, Sara veía como otras chicas quedaban embarazadas, y veía como nuevas chicas se incorporaban al grupo y otras tantas ya terminaban su misión, así que me podía imaginar lo frustrada que debía estar. También la Futura Madre. Pero, el compromiso de ambas nunca se debilitó. Sara me aseguró que estaba bien y quería seguir esperando. Entonces, finalmente, un médico le sugirió a la Futura Madre una resonancia magnética. No había indicación de que fuera necesaria, pero a este ritmo, que se estaban quedando sin opciones. Detectaron que tenía un tumor. No tenía los síntomas habituales producidos por ese tipo de tumor, pero tuvo tanta suerte que gracias al proceso pudieron detectar el problema a tiempo. Por supuesto, el tumor no tenía nada que ver con el Síndrome de Rokitansky que padecía, pero sí explicaba su baja respuesta a los medicamentos de estimulación, ¡la detección del tumor en ese momento le salvó la vida! Después de varios meses de tratamiento, el tumor desapareció y la Futura Madre estaba de nuevo en disposición de continuar con la construcción de su familia! Sara y su familia estuvieron siempre a su lado, animándolos y convencidos de que podrían conseguirlo.
Conocí a esta Pareja especial el 8 de marzo de 2008 y casi exactamente tres años despues, Sara logró completar su misión de ser Madre Subrogada y ayudar a su pareja de Futuros Padres, dando a luz una hermosa niña con un peso de 5 lbs 1 oz y un hermoso niño de de 5 lbs 5 oz.