Calmada, serena y tranquila, Lauri-Anne manejó cada momento de su proceso de subrogación de la misma manera que su vida cotidiana. En los días previos al parto, estuvo a punto de dar a luz. Momentos que parecían ser «eso», pero la niña no estaba preparada para abandonar el acogedor refugio que Lauri-Anne le había proporcionado.
Un embarazo durante una pandemia no es algo que se pueda planear, pero Lauri-Anne lo manejó con la valentía y la fuerza que todos esperábamos de ella. Estaba preparada para una cesárea, pero a última hora la niña cambió de opinión y nació sin intervención quirúrgica. Shannon, la case manager de BFI, se mostró agradecida de estar a su lado mientras traía al mundo un hermoso milagro de 3,230 kg libras para su pareja.